Creo que es interesante conocer los puntos de vista del ciudadano común, ese que fue a votar por su candidato preferido sin presión alguna y que de una u otra forma, se vió afectado en este proceso, ya sea por falta de civismo de la gente o algún hecho en paricular. Comienzo con el blog amigo De todo un poco, escrito por Carlangas de título Elecciones hasta el poto:
Los culebrones sorprendieron a todo el mundo. Ir a votar pasado el mediodía para evitar correr el riesgo de ‘tapar los huecos’ que dejan los miembros de mesas que no cumplen con su deber, fue un hecho que nos costó muy caro.
En la gran mayoría de centros de votación hubo colas para votar. Tuve que esperar más de una hora, apretujado en los pasillos del segundo piso del colegio Americano de Miraflores y en medio de una gran incertidumbre, porque nadie daba información certera de cuál era la fila correcta para cada mesa.
Mientras los ciudadanos sufríamos en la tensa espera, los miembros de la mesa se tomaban la vida con calma, conversando y probando un refrigerio que a todas luces hacía más largo un proceso simple. En otras mesas, los votantes discurrían con una velocidad impresionante e envidiable.
Cuando ya estaba por terminar nuestro calvario, los miembros de mesa abandonaron su puesto para irse con ánfora y cédulas, al primer piso, donde votaría una persona con discapacidad. Este hecho colmó la paciencia de la gente que reaccionó airadamente. Y no era para menos.
Al regresar, la presidenta de mesa recibió el reclamo de uno de los electores, quien le pidió que dedique menos tiempo a comer. La doña reacción airadamente, lanzando una serie de amenazas a los que esperábamos nuestro turno. “Si ese señor viene a votar, será con policía y no entregaré los DNI sino colocan bien los dedos”.
El desorden reinó en las elecciones
Pese a las graves amenazas, la representante de la ONPE, una mujer de educación media, salió a defender a la acalorada mujer. Justificó el actuar de la desubicada presidenta de mesa, en el hecho de que la doña, estaba así, porque la habían obligado. A diferencia de nosotros, ella había llegado temprano y como no había quien presida la mesa, la dejaron como titular.
¡Si se iba a quedar con esa cara de poto, mejor hubiera pagado la multa! Exclamó otra mujer que esperaba su turno.
La acalorada presidente de la mesa 244029 siguió hablando y amenazando a todos los electores que dejamos en claro nuestro rechazo a su desequilibrado actuar. Como venganza, nos retuvo el DNI, porque quería que nos pintemos todo el dedo de morado. Y así lo hice y se mostré para que se sentara sobre él.
Creo que a diferencia de otras elecciones está ha sido una de las peores organizadas. Más mesas en menos ambientes, que originaron largas colas y acalorados debates. En la mayoría de mesas, había habido fusiones que hacían más lento el proceso. En los colegios de la avenida Benavides, como en Magdalena ocurrieron problemas similares.
Aborrezco por completo la participación de los desubicados miembros de mesa y del personal de la ONPE y del JNE sin ningún criterio ni formación. Deberían ser más selectivos.
Ojalá que en las elecciones generales del 2011, esta historia sea diferente.
Etiquetas: Crónicas ciudadanas, Elecciones Municipales, Votantes
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